Shiori

"Soy Shiori y bailo"

El rostro relajado y la mirada de sus oscuros ojos directa y limpia. El cabello largo y castaño flotando contra el viento. Su chaqueta y una bufanda la protegen del frío en este día brumoso. Shiori lleva auriculares para escuchar música, como siempre que sale por ahí. Le encanta la música contemporánea, el jazz y el pop, pero también disfruta de la música clásica. “Siempre estoy escuchando música. Me hace feliz”. Y le encanta bailar, cuando está sola en casa, en una discoteca con amigos o sobre un escenario siendo el centro de atención. “La danza es una parte muy importante de mi vida”.

Shiori vive en Alemania. Es una estudiante de derecho en el cuarto semestre. Su vida se transcurre entre conferencias, grupos de trabajo y estudio. El baile es su relajación. Le ayuda a procesar las emociones. Shiori ya se ha dado cuenta de algo contra lo que otros, mucho más mayores que ella, suelen luchar. “Hay cosas en la vida que no puedes controlar, pero siempre puedes elegir ser libre”. Ser libre es muy importante para Shiori y bailar le ofrece esa sensación más que ninguna otra cosa.

 

“Me siento totalmente libre cuando bailo”

Shiori nació en Alemania, donde creció en un hogar lleno de música. Su madre es pianista y su padre toca el piano y el saxofón. “En casa siempre teníamos música puesta y yo siempre estaba bailando”. Aprendió los fundamentos del baile clásico en clases de ballet cuando tenía 5 años. Después, a los 14 años, comenzó a bailar jazz.

Cuando baila, Shiori se siente completa. Sin embargo, aceptarse como es, es algo que tuvo que aprender. Este no fue un camino fácil. Shiori nació sin el  antebrazo izquierdo debido a una rara condición denominada dismelia. “En el pasado tenía la sensación de que me miraban con pena. Esto afectó mucho mi autoestima. Por ello, siempre trataba de ocultar el  brazo izquierdo”-.

“Bailar me enseñó a confiar en mi cuerpo”

Aunque en ocasiones sigue ocultando el brazo de manera inconsciente, ya se ha liberado de los pensamientos negativos y de las opiniones de los demás. “Soy quien soy y estoy agradecida por lo que tengo”, dice Shiori con optimismo. “Bailar me ayudó en aquellos tiempos. Cuando bailo ballet sobre un escenario, siendo el centro de atención, no puedo ocultar nada. Estoy concentrada y no tengo tiempo para preocuparme de lo que otros piensan de mí. Bailar me enseñó a confiar en mi cuerpo. Eso me liberó”.

Normalmente, Shiori bailaba sin su prótesis. Esto cambió en una actuación de la compañía DIN A13 Tanzcompany con sede en Colonia, un grupo compuesto de bailarines con características físicas poco convencionales. Shiori fue invitada a participar por los coreógrafos, Gerda König y Gitta Roser.

Durante la producción de “Technolimits”, Shiori actuó con su prótesis por primera vez. “Éramos tres bailarines profesionales y tres bailarines amateurs con una prótesis. El objetivo era descubrir las posibilidades que ofrecen las nuevas prótesis biónicas”. En primer lugar, ella y el resto de bailarines exploraron las diferentes cualidades del movimiento durante los ensayos y, a continuación,desarrollaron la historia juntos. “Fue muy emocionante porque, hasta entonces, solo había interpretado historias creadas por coreógrafos, que yo me aprendía y bailaba”.

“Encontré mi camino”

 

A Shiori le encantaba la sensación del trabajo en equipo. Durante dos meses, aceptó con gusto el largo viaje a los ensayos de todo el día. “Ser parte de esto me aportó muchísimo. Me dio fuerza y mucha satisfacción”. Le entusiasmaban las reacciones del público después de la actuación. “El público estaba impresionado con el uso de las prótesis. No sentía lástima. Esa sensación fue impresionante”.

No poder bailar es algo que Shiori no concibe. “No sabría dónde emplear la energía que tengo en mi interior. Encontré mi camino”.

„Life Without Limitation“ significa que me puedan percibir como a una persona completa.

Shiori nació sin el antebrazo izquierdo debido a una rara condición denominada dismelia. Usó su primera prótesis cuando solo tenía cuatro años. Le molestaba más de lo que le ayudaba, por lo que la dejaba en casa la mayor parte del tiempo. Cuando aprobó el carnet de conducir, se interesó en adquirir una nueva prótesis. Ahora utiliza la i-Limb Quantum, una mano biónica con dedos articulados de forma individual. Los sensores en los dedos reconocen cuando hay resistencia y responden en consecuencia. Se pueden configurar diferentes agarres a través de una aplicación móvil, lo que permite la adaptación a las necesidades individuales. Desde que Shiori usa la prótesis, el brazo izquierdo ha ganado fuerza al usar los músculos cada vez más.